Las manos de Valero Doval se abren paso entre efímeras impresas desvelando el interior de sus composiciones. Sus collages son una intersección poco probable entre la geometría pura y los recuerdos del pasado, como si debajo de cada lamina respirara, latente y brillante, todo un entramado de correspondencias entre la línea, el plano y la composición. Con este ejercicio de equilibrismo desenfadado, poético y circense, Doval ha inventado un espectroscopio que saca a la luz la anatomía oculta de las imágenes, y todas las figuras geométricas que flotan apacibles y felices a nuestro alrededor como una surreal apertura hacia una otredad puramente artística e ideal.
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Valero Doval’s compositions invite us inside. He navigates through printed ephemera, revealing the interior. His collages are an unlikely intersection between pure geometry and memories of the past. It is as if breathing under each lamina, latent and brilliant, lies a network of connections. What emerges is that which is between the lines and levels. The equilibrium Doval attains is, at once, casual, poetic, and circus-like. Doval has invented a spectroscope that exposes in his images a hidden anatomy; shapes, peaceful and happy, float around us like a surreal opening for a purely artistic otherness and ideal.
VALERO DOVAL
HIDDEN COMPOSITIONS
Las manos de Valero Doval se abren paso entre efímeras impresas desvelando el interior de sus composiciones. Sus collages son una intersección poco probable entre la geometría pura y los recuerdos del pasado, como si debajo de cada lamina respirara, latente y brillante, todo un entramado de correspondencias entre la línea, el plano y la composición. Con este ejercicio de equilibrismo desenfadado, poético y circense, Doval ha inventado un espectroscopio que saca a la luz la anatomía oculta de las imágenes, y todas las figuras geométricas que flotan apacibles y felices a nuestro alrededor como una surreal apertura hacia una otredad puramente artística e ideal.
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Valero Doval’s compositions invite us inside. He navigates through printed ephemera, revealing the interior. His collages are an unlikely intersection between pure geometry and memories of the past. It is as if breathing under each lamina, latent and brilliant, lies a network of connections. What emerges is that which is between the lines and levels. The equilibrium Doval attains is, at once, casual, poetic, and circus-like. Doval has invented a spectroscope that exposes in his images a hidden anatomy; shapes, peaceful and happy, float around us like a surreal opening for a purely artistic otherness and ideal.